El 5 de octubrede 1921, la escritora, poeta y periodista británica,
Catharine Amy Dawson Scott (1865-1934), también conocida
por el seudónimo de Sappho, crea en Londres el PEN
Club Internacional. Unos días después, el 8
de octubre, con la asistencia de cuarenta y cuatro escritores
y periodistas, tiene lugar la reunión fundacional.
El Premio Nóbel John Galsworthy fue el primer presidente,
ejerciendo como tal durante más de once años,
hasta su muerte en enero de 1933.
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John
Galsworthy, primer presidente del Pen Club |
Como miembros constituyentes
también estuvieron Joseph Conrad, George Bernard Shaw
y H.G. Wells. La primera reunión del Comité
Internacional del PEN se realizó el 22 de febrero de
1922 en la casa de Sappho. En poco tiempo, la organización
se extendió por el resto de Europa y escritores de
la talla de Anatole France, Paul Valéry, Thomas Mann,
Benedetto Croce y Karel Capek contribuyeron a fecundizar su
legado. A través de los años, se fundaron Centros
PEN en los cinco continentes. Un amplio número de sus
miembros han sido galardonados con el Nobel de Literatura,
con el Premio Cervantes, con el Príncipe de Asturias,
o han recibido otras distinciones nacionales e internacionales
de máxima importancia. Entre sus presidentes podemos
recordar a Alberto Moravia, Heinrich Böll, Arthur Miller,
Pierre Emmanuel, Mario Vargas Llosa, Homero Aridjis y al actual,
Jiri Grusa.
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Arthur
Miller |
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Thomas
Mann |
El PEN Internacional es la única sociedad mundial de
escritores. Reúne en su seno a más de quince
mil Poetas, Ensayistas y
Narradores y cuenta con ciento treinta y
ocho Centros, en noventa y ocho países. Su principal
objetivo es promover la cooperación intelectual y la
tolerancia mutua entre los escritores para que, en esta medida,
realcen el papel relevante de la literatura como transmisora
de la memoria tangible e intangible de los pueblos y la defiendan
ante las vicisitudes de la sociedad contemporánea.
Asimismo y dado el hecho de que estos fines implican una colaboración
internacional que no puede darse sin la necesaria libertad
de expresión, el PEN lucha enérgicamente contra
la censura política y trabaja con eficacia para defender
los derechos de los creadores que caen víctimas de
las torturas, de los encarcelamientos o de los asesinatos,
propios de las tiranías y las dictaduras. El PEN es
una entidad plural, sin vinculación partidista alguna.
Ha sido clasificada bajo el status A, de la UNESCO,
y también mantiene la categoría de ente consultivo
de Naciones Unidas (ONU). Su participación está
abierta a todos los escritores que tengan obra publicada,
sin distinción de clase, religión, nacionalidad,
color de piel o género. Cada Centro es autónomo
en la organización de aquellas actividades culturales
e intelectuales que busquen propiciar el diálogo, el
conocimiento y fortalecimiento de la identidad cultural y
el encuentro a través del arte, de la literatura y
del análisis de los hechos sociales y científicos;
realiza sus tareas dentro de su país de origen; organiza
conferencias, talleres y seminarios nacionales y regionales;
defiende, a través de la literatura, los espacios de
convivencia social; y mantiene estrechos vínculos con
los demás Centros a través de la sede central
de la organización, en Londres.
La Asamblea de Delegados, órgano
legislativo del PEN, donde los respectivos Centros se hallan
representados mediante su presidente y su secretario general,
se reúne anualmente con ocasión del Congreso
Mundial que tiene como sede diferentes ciudades del mundo.
Durante estos congresos se llevan a cabo talleres de trabajo,
conferencias sobre bienes culturales, recitales y eventos
que estimulen la labor intelectual, social y política
de la organización y propicien, sobre todo, un coloquio
útil entre sus numerosos miembros. Asimismo, en estos
congresos celebran sus sesiones los cuatro comités
que integran la organización: El Comité
de Escritores Encarcelados, uno de los más
activos, porque lleva a cabo innumerables acciones para defender
los derechos de aquellos que hayan sido encarcelados o perseguidos
injustamente por regímenes que violan la libertad de
pensamiento, escritura y expresión; el Comité
de Derechos Lingüísticos y de Traducción,
que defiende los derechos lingüísticos de las
minorías, trabaja en la legislación sobre derechos
de autor y de traducción a otras lenguas de las obras
de sus miembros; el Comité de Escritoras,
que apoya la inserción de la mujer en el mundo de las
letras y denuncia las violaciones de sus derechos, políticos,
intelectuales y sociales; y el Comité de
la Paz, que promueve, a través de seminarios
y programas especializados, caminos para que los escritores
sean conscientes de cómo el uso inadmisible, inoportuno
o inexacto del lenguaje fomenta la violencia, enmascara prejuicios
étnicos o genéricos, y desata pasiones que propician
conflictos internacionales o fratricidas.
El PEN Español
La historia del PEN en nuestro país refleja una constante
incertidumbre, apareciendo y desapareciendo del escenario
nacional e internacional, en función de variables políticas
y sociales muy diversas. En 1923, Ramón Gómez
de la Serna junto con José Martínez Ruiz, Azorín,
fundaron el PEN Club Español, presidido por éste
último.
Unos años después, Ramón Pérez
de Ayala sustituyó a Azorín como presidente
del P.E.N. Club Español.
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Azorín, Gómez de la
Serna, Lorca y un nutrido grupo de escritores en el
restaurante Lhardy de Madrid, en una de las primeras
reuniones del PEN Español |
También merece la pena
mencionar que el filósofo y escritor Miguel de Unamuno
participó en el Congreso del PEN Internacional celebrado
en París en 1925. El PEN le defendió por haber
sido injustamente encarcelado por el dictador Miguel Primo
de Rivera y luchó para que fuese puesto en libertad.
Es importante mencionar este hecho, porque, precisamente,
en 1924 se crea el Comité para la Defensa de los
Escritores en Prisión cuando el PEN francés
propuso una acción común para protestar por
este encarcelamiento.
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Ortega
y Gasset es nombrado presidente del Pen Club Madrid
en 1935 |
Posteriormente, en 1935, José
Ortega y Gasset es nombrado presidente del por entonces denominado
PEN Club de Madrid, hasta que se autoexilió, en 1936.
Durante la guerra civil española y en los cuarenta
años de dictadura que la siguieron no existió
PEN Club de España. José Luis Cano encarnó,
de manera testimonial, el espíritu del PEN Español
durante estas décadas y la revista Ínsula
fue su referente en esa época.
En 1975 se revitaliza un proyecto
de PEN capitaneado por Miguel Herrero y Rodríguez de
Miñón, del que forman parte, entre otros, Manrique
de Lara, Félix Grande, Luis Jiménez Martos,
Juan Ruiz de Torres, etc., aunque no logran imprimir continuidad
a la iniciativa. El 27 de octubre de 1978 surge la Asociación
“PEN Club Español” de Madrid, con José
Manuel Caballero Bonald como presidente y José Antonio
Gabriel y Galán como secretario general. También
respaldó esta iniciativa Carlos Barral.
En 1980 dimite como presidente Caballero Bonald por los problemas
acaecidos en el seno de la Asociación y por la falta
de entendimiento y de colaboración entre sus miembros.
El 31 de marzo de 1984 se reconstituyó en el hotel
Eurobuilding de Madrid el PEN Club Español, con la
asistencia de un centenar de socios, designando presidente
a José María de Areilza, y vicepresidentes a
Luis Rosales y José García Nieto, secretario
general Justo Jorge Padrón, tesorero Carlos Murciano
y ocupan las vocalías: Félix Grande, Leopoldo
de Luis, Ángel García López, Meliano
Peraille, Jorge Ferrer Vidal, Sebastián de la Nuez,
Luis Alberto de Cuenca y el escritor uruguayo Juan Carlos
Onetti. Tras esta presentación no hubo ninguna otra
actividad. En 1992, Horacio Vázquez Rial, que había
recibido la documentación precedente de Jorge Ferrer
Vidal, fue Secretario de la Comisión Gestora para la
Refundación del PEN Club Español, de la que
formaban también parte Miguel Veyrat, Fernando Morán
y José Antonio Gabriel y Galán, llegando a asistir
Vázquez Rial, como Delegado del PEN Club Español,
al LVII Congreso Internacional del PEN, que se celebró
del 24 al 26 de abril de 1992 en Barcelona. Sin embargo, la
iniciativa, por problemas de salud de Horacio y por el fallecimiento
de Gabriel y Galán en febrero de 1993, tampoco prosperó.
En la década siguiente existieron nuevas tentativas
de relanzamiento del PEN Español que no alcanzaron
su objetivo.
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Reunión
para la refundación del nuevo PEN Club de España
(2003) |
El 29 de julio de 2003 se funda
el nuevo PEN Club de España (Spanish PEN
Club). De inmediato, se convoca una reunión,
pública y abierta, para que todos los escritores, traductores,
periodistas y editores que lo deseen pasen a formar parte
del renovado Centro PEN de España, que tiene lugar
en el Colegio Mayor Universitario “Elías Ahúja”
de Madrid el 29 de octubre del mismo año, con una nutrida
asistencia y con numerosas adhesiones enviadas por escrito.
El 25 de noviembre de 2003, en la reunión de la Asamblea
de Delegados del PEN Internacional, celebrada en la ciudad
de México, dentro del 69.º Congreso Mundial de
Escritores, también denominado Primer Congreso de las
Américas, el presidente del PEN Club de España,
Basilio Rodríguez Cañada, solicitó a
la Asamblea Plenaria que aceptase la incorporación
del PEN Español, para subsanar el error histórico
de su ausencia de tan prestigiosa institución internacional.
Posteriormente, avalando la candidatura del PEN Español,
hablaron los delegados de los Centros PEN de Galicia, Cataluña,
Colombia, Rusia, Italia, Lituania, Nicaragua y Cubanos en
el exilio, teniendo todos ellos palabras elogiosas y de respaldo
para la mencionada candidatura. Otros Centros quisieron mostrar
también su alegría por la incorporación
del PEN de España, entre ellos el de Francia, pero
la mesa no permitió más intervenciones por escasez
de tiempo. Seguidamente, a propuesta del cesante Presidente
del PEN Internacional, Homero Aridjis, la incorporación
del centro PEN Club de España fue aceptada por aclamación
de la Asamblea. El nuevo presidente electo, Jiri Grusa, elogió
en su primer discurso oficial la integración del PEN
Español, ya que, por fin, estaban todas las lenguas
y literaturas europeas más importantes en el seno del
PEN Internacional.
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La
delegación del PEN Club de España que
solicitó el reingreso en el PEN Internacional
en México (2003) con Mario Vargas Llosa |
El 1 de febrero de 2004, el
Centro PEN de España entra a formar parte de la Fundación
PEN de América Latina y Centros de Habla Hispana, que
logró convertir al español en lengua oficial
del PEN y se ha encargado de velar por los derechos de nuestro
patrimonio lingüístico y cultural común
en tan señera institución.
El 8 de mayo de 2004, la mencionada Fundación cambia
su denominación para convertirse en la Fundación
Iberoamericana del PEN Internacional (Iberian American
PEN Internacional).
Como consecuencia de una propuesta,
apoyada por diferentes Centros PEN, en el transcurso del Congreso
Mundial del PEN Internacional, que se celebró en Tromso
(Noruega) del 6 al 12 de septiembre de 2004, el español
no sólo se confirmó como lengua oficial del
PEN sino que se aceptó, por la mayoría de la
Asamblea, como lengua de trabajo de las diferentes comisiones.
A partir de ese momento, es obligatorio traducir a nuestra
lengua todas las ponencias, intervenciones, actas, etc., al
igual que se hace con las otras dos lenguas oficiales de trabajo:
el inglés y el francés. Hasta ese momento, las
traducciones al español estaban condicionadas a que
se pudiesen articular medios para sufragar los costes que
conllevaban, normalmente aportados en buena medida por la
Fundación de Centros PEN de Hispanoamérica.
Conseguir este objetivo ha supuesto consolidar la importancia
dentro del PEN Internacional de la comunidad de Centros PEN
Iberoamericanos, aunque la lucha de los creadores españoles
para obtener la difusión internacional imprescindible
para alcanzar sus fines y objetivos no haya hecho sino empezar.
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La
delegación del PEN de España con Nadine
Gordimer (2003) |
Y no conviene que olvidemos
el magnífico y generoso apoyo obtenido por los demás
Centros PEN hispanos, siendo sus escritores y escritoras,
sus gobiernos y medios de difusión nacionales los que
han luchado, desde hace décadas, de manera denodada,
por mantener nuestra lengua común dentro de las esferas
intelectuales y culturales más relevantes del mundo.
Son ellos, por tanto, de nuevo, los auténticos artífices
de la consecución de tan altos fines. Un magnífico
ejemplo a seguir.
En abril de 2005, ha aparecido un Quijote, conmemorativo
de su cuarto centenario, bajo los auspicios del PEN Español.
De esta manera, se hace copartícipes a todos los Centros
PEN del Mundo de la difusión y patrimonialización
de una obra magna de la Literatura Universal.
También
en 2005 convocó el PEN Español el I Premio Internacional
de Poesía Rubén Darío, que tendrá
periodicidad anual, para premiar la obra de poetas de todo
el mundo.
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La
delegación del Centro PEN de España con
Ernesto Cardenal y representantes de la delegación
vasca y gallega en Tromso (Noruega) en 2004 |
En junio de 2006 se organizará
el I Congreso Internacional sobre “Mujer, artífice
y tema literario”, con el deseo de potenciar el papel
de las mujeres escritoras, como homenaje a la fundadora del
PEN Internacional.
Confiamos que nuestros responsables
políticos y culturales apoyarán los intereses
de todos los poetas, ensayistas, narradores, traductores y
editores españoles, ampliando nuestras posibilidades
de organización y trascendencia internacional. Y, sobre
todo, que los objetivos de los colectivos enumerados converjan
en uno solo: el apoyo y la solidaridad entre quienes tienen
el poder de la palabra, legado cultural que facilita la comunicación
entre los pueblos así como el entendimiento y la concordia
entre los hombres.
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Algunos
miembros de la Fundación Iberoamericana del PEN
Internacional en Tromso (Noruega) en 2004 |
Basilio Rodríguez Cañada
Presidente del PEN Club de España
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